Genero: Espionaje Ibérico.
Tema: Un agente desencadenado busca venganza, pecados del pasado.
Trama: Un asesinato en Sevilla, un psicólogo muerto en su domicilio/consulta con un móvil bastante aparente, el robo. Todo esta revuelto, alguien ha buscado algo, quizás haya torturado al pobre psicólogo antes de acabar con su vida de un certero disparo junto al ojo izquierdo. Una trayectoria horizontal, un disparo, una ejecución.
Un equipo de la Iniciativa ayuda a la policía, no parece un caso digno de ellos, hasta que aparece algo más. En la autopsia, detrás del ojo, un chip implantado, gravemente dañado por el disparo. Y en el despacho, un “cuarto de trabajo” oculto. Una camilla con correas, un botiquín colmado de drogas psicoactivas y pruebas de complejos narcoalquimicos. Una cámara de super8 y un montón de cintas para revisar.
¿Qué esta pasando realmente? El psicólogo formó parte de un proyecto secreto, el Proyecto Bandolero, durante los 70, creando agentes durmientes a base de drogas y reprogramación mental, listos para ser activados a una orden cuando fueran necesarios. El proyecto fue cerrado, sus agentes jubilados y los responsables reubicados. Pero alguien ha descubierto la lista, y los demás miembros son victimas potenciales de este asesino implacable.
¿Deben o pueden descubrir y despertar a otro agente durmiente para detener a su antiguo compañero? ¿Cómo encontrar al sujeto antes de que él encuentre a los de la lista?
¿Quiénes son realmente los Bandoleros? Un as en la manga de una organización secreta, unos agentes nada amenazadores hasta el momento de su activación, los infiltrados definitivos, sin relación con la organización, sin antecedentes, fuera del sistema, por debajo del radar. Siempre entrenados en grupos de cuatro, el líder, el músculo, el cerebro y el infiltrador, Curro, el Algarrobo, el Estudiante y el Gitano. Entrenados para operar en condiciones adversas, con especial atención al ataque furtivo, el asesinato y la recuperación de bienes, o rehenes. El uso de narcoalquimia ha hecho de los sujetos parias sociales, nadie los tomaría en serio ni podrían llevar una vida tranquila aunque lo intentarán, siempre cercanos al crimen y al borde de la delincuencia, timadores, vividores, traficantes, matones, a la espera de ser activados. ¿Conoce alguien la contraorden para rescatarlos de ese estado de Agente? ¿Terminará el bandolero con los últimos miembros y datos del proyecto? ¿Acabaría esto con la pesadilla, o será la liberación final de un sicopata sin posibilidad de retornarlo a un estado controlable? ¿Porqué ahora?
El sujeto inicial puede ser el infiltrador, ganarse la vida honradamente como vendedor ambulante y vividor, aprovechando sus dotes y las adquiridas para la negociación, la seducción y la apropiación, o el líder que aprovecha su lucidez para reunir al equipo.
El mito de Bourne y Curro Jiménez, ahí queda eso, me viene a la mente esto:
Gancho: La Iniciativa investiga a otra agencia paralela o abandonada.
La competencia podría acusar a la Iniciativa de ser los causantes de todo, y sacar a la luz trapos sucios del pasado, cualquiera podría tirar de la manta.
Gancho dos: El nombre de un PJ podría estar en la lista de “durmientes” si se le activa podría verse irremediablemente alterado, para bien o para mal. Su vida no volvería a ser la misma.
Giro: Alguien de la casa podría haberse visto comprometido por la lista y tratar de aprovecharse del grupo como escudo humano o brazo ejecutor para evitar enfrentarse a los pecados de su pasado.
Giro dos: El estímulo del agente resulta hereditario, las drogas causantes de la manipulación se conservan en el ADN y se transmiten a los hijos, y con los antecedentes de alguno de los sujetos, un montón de jóvenes podrían estar infectados y solo necesitan una orden desencadenante para desatarse como maquinas de matar entrenadas.
Adaptable: En un entorno fantástico, la magia podría justificar la metamorfosis en espera de los sujetos, y su ansia de venganza, lo aliñamos con licantropía y tenemos un cóctel clásico con nuevo sabor.
En un entorno futurista, podríamos hablar de replicantes sintéticos que desconocen su condición. ¿Venden los Androides bragas de mercadillo?, citando a los clásicos. Estos seres sintéticos en labores poco agradables, al recibir cierta orden o impulso cambiarían su programación sumisa por un ansia de asesinato y de masacre de trozos de carne insolentes.
Aumentando la dosis de narcoalquimia o con un poco de posesión, arcana o espiritual, se puede adaptar a Cthulhu o UA, kult o cualquier juego sobrenatural de los mundos de las tinieblas.
Claves: Bandolero, Venganza, Durmiente, programación.