“Ya no se hacen juegos como antes”
Sindrómes Roleros II
Este síndrome afecta a los jugadores viejunos, los grognards roleros, que los hay. Se caracteriza por un desprecio hacia las novedades y las innovaciones y un enfado constante, acompañado de referencias incesantes al pasado, a los juegos de antes, las partidas de antes, las jornadas de antes, los viejos buenos tiempos, las ronchas de antes, el old school mola.
Síntomas:
El peor síntoma es conocer palabras como old school, dungeon crawling, retroclon, etc.
Mirar la fecha de publicación de los manuales indica la urgencia del caso.
Descargar manuales escaneados de antes de 1990.
La morriña por los libro juegos.
Buscar en el trastero, o desván, y llegar con un “mira lo que he encontrado”.
Contar por enésima vez la misma pifia, el mismo combate con un dragón, o algo sucedido hace más de diez años.
OldSchool mania. Todo lo que suena a viejuno mola, el OldHammer, el OldTech, las consolas retro, el Abandonware, el chándal, la riñonera, el Heroquest ¿de verdad necesitamos un nuevo heroquest? (si no lo digo reviento)
Indy fobia. Si un juego no tiene al menos tres manuales, pantalla, dados, figuras y pegatinas conmemorativas, es una patochada moderna, un juego hippie de esos para niñas y gafapastas. Teatrillos y monerías, ¿Dónde esta la tabla de críticos y con cuantos px se sube?
Completismo insano. Un afán por tenerlo TODO de nuestro juego, manuales, suplementos, posavasos, guías de campo, guías de las guías, álbum de cromos, sellos decorados, monedas coleccionables, etc. (este síntoma, convertido en síndrome será tratado con mayor profundidad en un futuro)
Fanatismo. Mi juego es el mejor, y el resto una mierda, con la edad y el transcurrir de los años, las partidas y los juegos, el fanatismo se acentúa y llega a extremos peligrosos. Afortunadamente en Internet, los trolls suelen amenazar en vano, iluminados por su monitor, pero luego sus avatares en el mundo de allá afuera no suelen ser peligrosos. Se podría hablar de Jueguismo, el desprecio hacia ciertos juegos sin motivo aparente y sin la lectura o comprensión de éstos. (digno de ser estudiado)
Tratamientos: Aunque personalmente creo que esta enfermedad es irreversible, al menos hay que intentar la cura, como mínimo servirá como cuidado paliativo, te podrás reír un rato.
Tratamiento numero uno. Terapia de Vacío. Deja la mesa de juego limpia, sin dados, hojas, pantallas, libros, nada y comienza una partida narrando alguna historia, y pregunta a tus jugadores acerca de algo sobre sus personajes, su historia personal. Tras la sorpresa inicial es posible que se note mejoría.
Tratamiento numero dos. Saturación. Lleva a la partida quince manuales, dos maletas de miniaturas, doscientos dados, cuatro mazos de cartas fantásticas, y mapas como para empapelar el palacio de Buckingham, “aún no podemos empezar, falta la segunda furgoneta.” Si captan la inutilidad de tantas cosas, quizás estén mejorando.
Tratamiento numero tres. Inmersión. Lleva al sujeto a una partida de un juego Indie, con rasgos en lugar de numeros, sin enemigos mortales, a interpretar un psicodrama costumbrista, rol y sensibilidad. Pero disfrázalo de partida fantástica, o de navecitas. Interpretar no es malo.
Tratamiento numero cuatro. Regresión temporal. Esta terapia requiere preparación, pero merece la pena, disfraza a todos de tiempos pasados, busca los revueltos que comíais entonces, mira fotos para empaparte del horror de la época. Disfruta de alguna serie española de entonces para hacerte una idea, eso es Ochentapunk, o Chandalpunk, o Gabardinavampiropunk, aquí hay tralla, con alguna foto de EGB se puede hacer una partida de rol seguro. Puede que al ver lo ridículo de todo, el sujeto regrese a su tiempo y no vea el pasado con tanto cariño.
Tratamiento numero cinco. Terapia de Choque. Si el sujeto no muestra mejoría aún, hay que tomar medidas drásticas. Oblígale a ver series de los 80 durante no menos de dos horas diarias. Luz de Luna, Alf, Padres Forzosos, Primos Lejanos, Cosas de Casa, Farmacia de Guardia, Se ha escrito un crimen, Remington Steele y un largo etcétera podrían formar parte de la tortura, digo tratamiento…
Llegando a una conclusión, como dicen Les Luthiers “Cualquier tiempo pasado fue anterior”, no suele ser mejor lo viejo, pero concurren dos fenómenos:
La memoria es un agente doble, nos cuenta las cosas como queremos recordarlas, suaviza los recuerdos, les pone una trama de algodones, y nos trae todo edulcorado y con nostalgia, las viejas batallitas son eso, viejas historias que poco o nada tienen que ver con la realidad.
El paso del tiempo, “ a veces inexorable, a veces normal”, nos ha llenado la vida de obligaciones y compromisos que antes no teníamos. Antes jugábamos todos los días, en los tiempos del bocadillo de mortadela no tenías otra cosa que hacer, que acabando las clases salir corriendo a echar una partidilla, a rol, a fútbol, al futbolín, a lo que sea. Ahora si puedes jugar una vez al mes eres un afortunado. Es lo que tiene el “hacerse mayor sin delicadeza”. Para los roleros la nostalgia es peor, ya que además de nuestros recuerdos, tenemos nuestras partidas, que son recuerdos de otras vidas, pero nuestras vidas también. Yo si puedo decir que he vivido, decía un anuncio antiguo. Pensad en ello, queridos desconocidos nostálgicos.
Como última reflexión os dejo una frase:
“Este blog no es como antes, los primeros post si que molaban.”
https://dacostilla.wordpress.com/2009/02/
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